José Luis López Saura. LÁPIZ

Crítica de arte Lápiz José Luis López Saura. Dibujos. La Bodega del Barbero. Segovia. Hasta el 15 de enero. Jesús Mazariegos El lapicero es uno de esos objetos que, sin llevarse puesto permanentemente, como una medalla, nos acompaña con mayor o menor asiduidad durante casi toda la vida, vinculado, de algún modo, a nuestros momentos de creación. Igual que el ordenador, es un instrumento de escritura, aunque mucho más sencillo, tanto, que ha dado lugar al dicho 'es más simple que el mecanismo de un lapicero '. Si el lápiz de madera y grafito es totalmente abarcable y comprensible, las personas relacionadas con el arte contemporáneo conocen otro 'Lápiz' bastante más difícil de entender que es una de las principales revistas de arte contemporáneo, cuya labor, siendo muy apreciable, con demasiada frecuencia ha pecado de desmoralizar a sus lectores por cultos que éstos fueran, ante el carácter oscuro y enigmático de sus artículos, las citas ociosas (preferentemente de Baudrillard), la crítica críptica, la jerga del arte y el arte de la jerga. La crítica debe servir para acercar el arte y no para sacar dos enigmas de uno. Pues bien, José Luis López Saura tiene mucho que ver con la cercanía y la franqueza del primer lápiz y, los del segundo, no tendrían mucho que decir sobre los sinceros dibujos que expone en la Bodega del Barbero. Son dibujos sin trampa ni cartón, sin efectos especiales. Son correctísimos y sin alardes, y ahí reside su grandeza, en acercarse a las calles de Segovia con la mirada limpia y la mano diestra, y levantar acta de la realidad de manera que la emoción no se impone porque va incluida, reside, en la propia sencillez. Son sitios bien conocidos que José Luis presenta solitarios y revestidos de una dignidad que es la que les da ese trazo que deja ese preciado y especial carbón al deslizarse por la superficie blanca del papel. Es la dignidad de lo natural y de lo fresco, de lo sencillo, que no de lo simple, de ese lápiz con más secretos de los que aparenta, manejado por una mano maestra, y gobernada ésta por una mente sensible.