CRÍTICO DE ARTE JESÚS MAZARIEGOS

lunes, 7 de noviembre de 2011

Carlos de Gredos. EL LUGAR-ARTE

CRÍTICA DE ARTE El lugar - arte Carlos de Gredos. Fotografías y objetos. Museo Zuloaga. Segovia. Hasta el 18 de febrero. JESÚS MAZARIEGOS Después de que Duchamp, hace un siglo justo, colocara su urinario –en realidad, un urinario- en una exposición colectiva, cincuenta años después, César, Arman y Cornell utilizaron objetos en razón de su fuerza plástica, en su vertiente repetitiva o por su capacidad de evocación poética. Estas tres condiciones están presentes en unos o en otros objetos de los que conforman la exposición de Carlos de Gredos en las naves de la iglesia de San Juan de los Caballeros. Pero en estos objetos hay una génesis que les aporta un sentido muy especial relacionado con su origen azaroso y una filosofía muy centrada en el ‘topos’, en el lugar como condicionante de todo lo que nace en él o de él. Carlos de Gredos ha lanzado nueve dardos sobre un mapa de la comunidad autónoma de Castilla y León, un dardo por provincia, que ha determinado cada uno de los nueve lugares de donde se va a extraer, simbólicamente, su fuerza telúrica o donde se va a contactar, de alguna manera, con el ‘genius loci’ o espíritu del lugar. En una gran caja amarilla se han depositado las piedras del lugar señalado por el impacto del dardo, se han hecho fotografías y, a través del contacto con la gente del lugar (En Segovia Santa María la Real de Nieva y Balisa) se ha llegado hasta el fruto de la tierra por antonomasia, el pan. El pan, con todas sus connotaciones simbólicas y religiosas, es el causante de la primera impresión que uno recibe al visitar la exposición en el Museo Zuloaga, una impresión no estética, sino mucho más primitiva, perceptible incluso antes de poder verlo. El olor a pan, a los nueve tipos de pan de las nueve provincias de Castilla y León, inunda el espacio de la exposición y refresca en el cerebro de los visitantes los más recónditos reductos de la memoria. Los juegos conceptuales con palabras, insisten en la palabra ‘fe’, equiparable a ‘confianza’, palabra que con letras de hierro (Fe), corona el montón de piedras situado en el jardín, formado por las piedras recogidas en las nueve provincias. Otros símbolos unidos al caminar por los lugares, son unas llantas de hierro procedentes del carro del abuelo del artista, presentadas junto a los tambores de los frenos de la furgoneta de este singular artista. Bonita exposición para los amantes de los recuerdo y de las evocaciones que provocan los objetos y los lugares. Se encuentran aquí el amor a la tierra (La exposición se titula “Mi lugar de nacimiento”) y a las personas, expresado con una gran sensibilidad y no poca poesía.

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