Crítica de arte
Imagen
y supervivencia
Paloma Molla.
Fotografía. Bar Santana, Segovia. Hasta el 31 de Agosto.
Jesús
Mazariegos
Si alguien diera en la idea de
recorrer el mundo buscando en toda la superficie del planeta el objeto más
bello que la naturaleza produce, es muy probable que acabara seleccionando
flores. A lo largo de la Historia las flores han sido objeto de atención de las
personas sensibles que las han cuidado y admirado, han adornado con ellas su
cabeza o se las han ofrecido a los dioses.
La pintura con temática de flores se
generaliza en el Flandes del siglo XVII, como un género específico, como
elemento simbólico relacionado a un tiempo con el goce de los sentidos y con la
fugacidad de las cosas terrenes, como guirnalda que cobija a la Virgen o
acompañando el cuerno de la abundancia en ‘Las tres gracias’ de Rubens.
Las
flores son símbolo de vida y, consecuentemente, símbolo de brevedad, de degradación
y de muerte. Si retrato nació como deseo de sobrevivir en la memoria de los
hombres, el retrato de una flor es un intento de retener su belleza, de detener
la máquina del tiempo que todo lo desgasta, lo oxida y lo corrompe.
Paloma Molla ha recorrido los prados y
los jardines y se ha dejado atraer por el magnetismo de las flores para después
adueñarse de un instante de su breve existencia. Las flores son caducas y
fugaces, su aroma es impalpable y su imagen cambiante. Por eso Paloma ha
retenido en su cámara la esbelta soledad del gladiolo, el rojo cenital de la
amapola, la redondez horaria de la margarita y la dispersa luminosidad de las
buganvillas.
Son primeros planos de la cara de la
flor, en medio de su entorno o realzando su prestancia según el grado de
indefinición del fondo, consecuencia de la profundidad de campo, dependiente de
la abertura del diafragma. Son flores, pues, sacadas de su contexto, del campo
o del jardín. Hablando con más propiedad, son imágenes fotográficas de flores,
en color e impresas en papel de considerable formato. Son fragmentos de lo
bello que es el mundo liberados de la caducidad propia de lo vivo. Flores y
frutos privilegiados, salvados del olvido por la mirada y la mano de Paloma
Molla. Excelentes fotografías de flores y de frutos silvestres para tener cerca
una ventana por la que mirar, a través de los ojos de Paloma, la belleza del
mundo.
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