Opinión
“El templo”
Jesús Mazariegos
Los designios del Señor
son inescrutables y, a veces, los de los hombres también. La respuesta de
Antonio Ignacio Meléndez (23 de julio), Comisario de ‘El árbol de la vida’, al
artículo de José Antonio Gómez Municio (13 de julio), se queda en la casuística
de los horarios y pasa por alto lo más grueso del artículo, en el que se aludía
al posible trato incorrecto del personal de seguridad y a la existencia, en el
claustro, de una máquina expendedora de refrescos. No entiendo que se distraiga
en el detalle y olvide el núcleo de la crítica, como tampoco entiendo la
inmerecida tolerancia que el Comisario de las Edades me dispensa, encajando mi
artículo del día 1. Tanta tolerancia y falta de réplica, me han llevado hasta un
complejo de culpa que combato preparando otro escrito sobre la evolución de la
imagen piadosa a lo largo de la exposición.
Con la intención de
ilustrar este texto con las imágenes idóneas, hojeo el catálogo y, por uno de
esos milagros que la dopamina obra en los mecanismos de la neurotransmisión,
recuerdo a un mismo tiempo la tienda donde compré el libro, instalada en el
tramo derecho del transepto, y la máquina de refrescos del claustro. Y al
instante, tal vez por un raro comportamiento de la acetilcolina, me viene a la
mente un pasaje evangélico que sitúo cronológicamente como inmediatamente
posterior a la entrada de Jesús en Jerusalén, pero llego a dudarlo ya que, ni en
el catálogo ni en la exposición, hay una sola imagen que reproduzca dicho
pasaje.
Acudo a los Evangelios
y, efectivamente, Mateo 21 (12-17), Marcos 11 (15-19) y Lucas 19 (45-48)
confirman mi sospecha: tras la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, tiene
lugar la ‘Purificación del templo’, episodio más conocido como ‘Jesús arroja a
los mercaderes del templo’.
Busco, a lo largo de la
Pasión y de la exposición, otros posibles episodios de la misma entidad que
también hayan podido ser excluidos pero no encuentro ninguno.
Me quedo perplejo. Me
asusto y me preocupo. A nadie se le oculta la incomodidad del tema en el
contexto de esta exposición, por los paralelismos que, salvando las distancias,
cualquiera podría establecer. La única razón que podría explicar la ausencia de
‘Las Edades’ de un episodio tan significativo de la vida de Jesús, como la
‘Purificación del templo’, sería la ausencia de representaciones artísticas de
la misma en Castilla y León.
Me quedaría más tranquilo
sabiendo que el tema de la ‘Expulsión de los mercaderes’ no está presente en la
exposición porque no hay en Castilla y León obras de arte que lo representen y
no por ninguna otra razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario