CRÍTICO DE ARTE JESÚS MAZARIEGOS

miércoles, 26 de octubre de 2011

Pinores pensionados.LA DISTINTA PERCEPCIÓN DE LO REAL


La distinta percepción de lo real

Pintores pensionados del Palacio de Quintanar.
Casa de los Picos, 2004


Cada año tengo ocasión de conocer fugazmente a es­tos jóvenes artistas y de­bo confesar que hablar con ellos me interesa y me impresiona al menos tanto como ver sus cua­dros. De igual manera, creo que su estancia en Segovia les habrá marcado más en las fibras afec­tivas y personales que en las pu­ramente pictóricas e intelectua­les. No obstante, me gusta hablar con ellos porque son pintores y, como la pintura y la vida se con­funden, sé que sus veladas, sus risas, sus nuevas amistades y sus buenos rollitos, han germinado y han crecido entre botes, tubos, pinceles y vapores de trementina. Al fin y al cabo, todo está en torno al interés por la pintura.
            Siguiendo mi costumbre de nombrar a todos y a todas, este año sólo cinco, haré un intento de clasificación. De los que han utilizado soportes, técnicas y re­cursos más o menos convencio­nales, diferenciaría entre los más fieles a la naturaleza y los que se preocupan más por afirmar un determinado lenguaje. Entre los primeros estaría Rafael Díaz con sus exactos dibujos de plantas, Alberto Gutiérrez con su natu­ral hacer y sus amables patios y parques, y Mateo Ripoll con otros parques más dramáticos, donde luchan las luces y las som­bras.
            En una posición intermedia entre este grupo y el siguiente es­tarían Alejandro Martinez, Fer­nando Romero y Cristóbal Pérez, cada uno con distintas opciones y búsquedas y, generalmente, más resolutivos en los pequeños for­matos que en los grandes.
            El segundogrupo estaría for­mado por aquellos que optan por una figuración con claras señas de identidad. Tres de ellos, coin­ciden en hacer una pintura ba­sada en superficies de contornos difusos, buscando efectos atmos­féricos; ellos son Alejandra Gu­tiérrez, Ignacio Martin Y Moisés Gutiérrez, este último con cuadros-objeto. José María Verde cultiva un deepurado cezaniusmo, caso corotiano, y Alain Urrutia juega sabiamente con el paisaje, la figura y el vacío.
La esencia de lo que difusamente se llamó Nueva Figuración está presente en la obra de los tres pintores que han obtenido medalla, una obra en la que la figuración contiene todos los ingredientes de la tradición informalista, es este caso, de su lado más accionista y violento

esencia de lo que difusamen­te se llamó Nueva Figuración es­tá presente en la obra de los tres pintores que han obtenido me­dalla, una obra en la que la figu­ración contiene todos los ingre­dientes de la tradición informa­lista, en este caso, de su lado más accionista Y violento. Ellos son Alfonso Martín (oro), Guillermo Mora (plata) y Adrián Mompar­ler (bronce). En la misma línea, Imanol Sánchez hace enérgicos paisajes con vocación tachista y matérica, mientras que María Jo­sé Muñoz opta por la herencia me­nos violenta y más contemplati­va y rothkiana del informalismo. Elisa Grafulla busca en el paisa­je los caminos de la abstracción.
De aquellos que utilizan so­portes, materiales o técnicas no convencionales, César Díez tiene una gran carga conceptual; Ra­kel Gómez juega con soportes y marcos, y pinta escenas llenas de
misterio y grafismos en cajas de cartón. José Naranjo construye sólidos paisajes a veces cubiertos de pan de oro. María José Pare­des es fotógrafa y suele jugar con dos planos, interponiendo un mo­tivo entre el espectador y el tema principal.
Ellos son Alfonso Martín (oro), Guillermo Mora (plata) y Adrián Mompar­ler (bronce). En la misma línea, Imanol Sánchez hace enérgicos
paisajes con vocación tachista y
matérica, mientras que María Jo­sé Muñoz opta por la herencia me­nos violenta y más contemplati­va y rothkiana del informalismo. Elisa Grafulla busca en el paisa­je los caminos de la abstracción.
De aquellos que utilizan so­portes, materiales o técnicas no convencionales, César Díez tiene una gran carga conceptual; Ra­kel Gómez juega con soportes y marcos, y pinta escenas llenas de soportes y marcos, y pinta escenas llenas de
misterio y grafismos en cajas de cartón. José Naranjo construye sólidos paisajes a veces cubiertos de pan de oro. María José Pare­des es fotógrafa y suele jugar con dos planos, interponiendo un mo­tivo entre el espectador y el tema principal.
Resumiendo, ganas, ansias, búsquedas, dudas, que es lo que corresponde a quienes estçán en los años mozos.; pero también hay frescura, imaginación, buenas maneras y apreciables hallazgos. Y futuro.
La esencia de lo que difusamen­te se llamó Nueva Figuración es­tá presente en la obra de los tres pintores que han obtenido me­dalla, una obra en la que la figu­ración contiene todos los ingre­dientes de la tradición informa­lista, en este caso, de su lado más accionista Y violento. Ellos son Alfonso Martín (oro), Guillermo Mora (plata) y Adrián Mompar­ler (bronce). En la misma línea

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