CRÍTICO DE ARTE JESÚS MAZARIEGOS

martes, 25 de octubre de 2011

Alejandra Gutiérrez. LO BELLO QUE ES VIVIR


Crítica de arte

Lo bello que es vivir

Alejandra Gutiérrez. Pintura. Bar Santana, Segovia. Hasta el 1 de Junio.


Jesús Mazariegos

          Un día, no recuerdo bien si en el sombrío patio de la casa de Antonio Machado, si entre estanterías de viejos libros o si al término de una interpretación callejera de ‘La Bandeja’, entre los acordes del saxofón y del trombón de varas, o tal vez en una circunstancia que nada tiene que ver con lo que acabo de decir, un luchador contra la adversidad que aún no había terminado de escabullirse del acecho de la muerte, me dijo de buenas a primeras: “La vida es maravillosa”.
          Está demasiado bien demostrado que no siempre es así, que sobran las excepciones, pero esa actitud vital me parece ejemplar. Lo recuerdo ahora porque pienso que cualquier momento es bueno para hacer presente tal artículo de fe y repetirlo como una jaculatoria. He visto niños jugando en la calle libremente, he visto parejas de enamorados en las terrazas, y he entrado en el Bar Santana, el de Quique y Jose, el de los conciertos y las patatas al ajillo, y he percibido en los cuadros de sus paredes una Segovia vaporosa y multicolor sin detalles ni pormenores, resumida en sus elementos, una Segovia en grandes planos de cromáticos pero con una respiración que me dice que la vida sigue.
          Alejandra Gutiérrez interpreta la ciudad. Unas veces disuelve los perfiles y deja libres a los colores hasta el punto de que la arquitectura se torna algodonosa y frágil, más ligera en todos los sentidos,  es decir, menos pesada y, sobre todo, menos grave. Alejandra nos dice ‘Segovia es maravillosa, no solo de vista’. Alejandra se olvida -hace bien- de toda la podredumbre que se escode detrás de los muros, detrás de las ventanas y debajo de las ropas. Alejandra está aprendiendo y tiene algún fallo que superará sin duda, porque sabe escuchar. Entre tanto, hace muy bien en pensar que la vida es maravillosa. Yo también lo creo.

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