CRÍTICO DE ARTE JESÚS MAZARIEGOS

martes, 25 de octubre de 2011

Boa Mistura. PINTURA JOVEN


Crítica de arte

Pintura joven

José Luis Rubio. Pintura. Montón de Tigo, Montón de Paja, Segovia. Grupos Boa Mixtura y DGP. Pintura y graffiti. Bar Santana. Segovia. Ambas hasta el 30 de septiembre.



Hablemos de pintores jóvenes en su persona y en su pintura. Uno de ellos es José Luis Rubio y expone en solitario en ‘Montón de trigo, montón de paja’. Su estilo es sutil y elegante, que no significa relamido ni adornado sino todo lo contrario. A los que esperábamos que la niebla de sus cuadros estuviera a punto de ocultar el perfil de los edificios en un cuadro casi monócromo, nos ha sorprendido por el colorido y la luminosidad. Sí conserva su preferencia por los perfiles arquitectónicos, casi todos de la catedral,. Sus motivos son sumarios, resolutivos, frescos y llenos de color, de modo que la niebla se ha disipado y José Luis Rubio nos ofrece un optimista regalo para el ojo y el alma.
          Otros artistas jóvenes exponen en el Bar Santana. Son algunos de los participantes en el tercer evento del graffiti celebrado en Cantimpalos los días 17 y 18 de septiembre, gracias a la iniciativa y el esfuerzo de Abel y al apoyo del equipo de gobierno municipal.
          Los jóvenes artistas pertenecen a dos colectivos: ‘Boa mixtura’ y ‘D.G.P.’ (nada que ver con la Dirección General de la Policía… ¿o sí?). Al primer grupo pertenecen Derco, que presenta un cuadro matérico con objetos, no muy nuevo y algo excesivo; Pah G es el autor de un equilibrado collage con dripping; Purone pinta un monstruo un poco virtual, sin pelos ni babas, que es como antes eran los monstruos; r Dick presenta un impoluto y contundente collage de cartón acanalado, y Arcoh presenta, a mi juicio, la obra más interesante, sobria en elementos y colores, inteligente e irónica, especulando entre la ficción de lo real y la ficción de lo ficticio.
          Al grupo D.G.P. pertenecen, nombrados también con sus nombres de guerra, Nava, que convierte su firma en una nube ondulante y vaporosa;  el gran Basto, que mantiene el misterio de lo representado, aunque lo deja intuir, y Asco, que ironiza laureando a una máscara antigás con una guirnalda de hojas mucho más fasciculadas y efectivas que las de laurel. Vota Dier, que va por libre, suele prodigar los iconos de masas, pero en el cuadro del Santana me recuerda a Fautrier.
          Por sus años de existencia, el graffiti no puede ser sino joven y, aunque parece lógico y comprensible que, a cierta edad, se deje la calle por la galería y se lleve a los hijos al colegio, es posible que, como ya ocurre con los viejos moteros, las próximas generaciones puedan ver a estos mismos grafiteros, en su ancianidad, pintando una vez más los testeros de las casas de Cantimpalos. No nos dieron esa oportunidad Jean-Michel Basquiat y Keith Haring, que pasaron demasiado pronto a las galerías y a los museos y también dejaron el mundo prematuramente, engrosando el santoral del arte con celeridad sólo superada por algunos casos del santoral propiamente dicho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario